Lo psicosomático / 2018_2024
Ana Karenina / acción por defecto / 2020
Olvidar / acción por omisión / 2015_2024
Cocacola / acción por decisión / 1999_2024
Jerez / acción por exceso / 2007
LO PSICOSOMÁTICO
Un campo de reflexión a la vista de todosUna web es un espacio infinito
No tiene final
Ello provoca múltiples efectos en el organismo: ansiedad, angustia, decepción, pérdida, desorientación, desilusión, decepción…
Mayoritariamente todos negativos
¿Para qué hacer entonces la web que uno no quiere tener?
Madrid 2024/10/01
Abierto el camino solo queda avanzar.
En este impulso repito la operación de búsqueda con mi nombre y en tres años y medio la situación es distinta. No mucho, pero lo sufiente como para pensar en ella.
Hoy no hay tiempo. ¿Lo habrá más adelante?
Madrid 2024/10/01
Vuelvo a la web después de más de tres años dándole la espalda aunque sabiéndome vigilado. Con más impetú y convencimiento. La ecatabombe empuja al pensamiento y este a la formalización de ideas.
Llegaremos hasta donde el impulso lo permita.
Madrid 2021/06/10
Junto a la promesa en el intento de trabajo diario en esta página —incumplido constantemente— cabalga silenciosa la sospecha del colapso sistémico. Una sospecha rumiada desde hace años frente al instante de desconexión total, completa, absoluta. Toda la información perdida. Sin rastro ni huella. Vendrá de la mano de una ráfaga solar o de un empleado que ha metido mal un código, ya lo sabemos, nos los recuerdan de vez en cuando: “El sistema es débil porque en ocasiones depende de un solo punto en esta nube de contenido”. Y esta tendencia no parece tener freno. La clave para solucionar el problema pasa por “repartir juego” y no hay nadie dispuesto a hacerlo, es un contrasentido productivo. Al igual que ya está demostrado que adquirir una vivienda en primera línea de playa es lo mismo que tirar el dinero al océano, empeñarse en estos castillos de arena digitales constituye una tarea estúpida e inútil.
Y sin embargo aquí seguimos dándole y dándole, en la esperanza de llegar a ese momento de iluminación suprema donde el movimiento cese para siempre.
Madrid 21/05/27 (3)
En teoría en este apartado texto e imagen deberían ocupar el mismo espacio. Sin embargo la imagen siempre se extiende mucho más, sin buscarlo, sin pretenderlo. Se asemeja a esas hierbas que crecen en las aceras o en medio de las autopistas. Imparables. Indestructibles. Una vez que han llegado nada ni nadie conseguirá erradicarlas.
Madrid 21/05/27 (2)
La atracción del resto. Es un imán.
La pasión por lo que queda, por el residuo. El aquí paso algo. Funciona igual que entrar en una casa ajena y sentir la presencia invisible de sus habitantes que acaban de huir a la carrera.
Madrid 21/05/27 (1)
El naufrago.
He adoptado esta forma como respuesta a estos tiempos nuevos. No acabo de reconocerme, pero tampoco lo consigo mirando otras imágenes del pasado. Imagino que a estas alturas ya sabes que serás incapaz de reencontrarte allá donde te veas.
Esa perplejidad frente al reflejo debe estar escrita en el ADN.
Madrid 21/05/26
Hoy tomo la decisión que el trabajo de actualización constante de esta web es una tarea en primer lugar creativa y por extensión artística. Es una obra en si misma. Y por ello debe ocupar el lugar que merece. Un puesto en primera línea. Esta dedicación va mucho más allá de lo meramente documental o ilustrativo. Es una manera de pensarse y también de entender un presente donde lo virtual se extiende como una plaga.
Seguramente es recuperar esa estrategia de destruir el sistema desde dentro.
Veremos en que queda.
Madrid 21/03/03
Mi amigo Pablo LLorca me manda una entrevista que me hizo hace 27 años. Imposible acordarse.
Produce tal sensación de abismo verse tan joven y ligero, que efectivamente se activa una sensación de ternura inevitable.
Sigo fiel a la máxima “Yo soy otro”
https://vimeo.com/501011781
Madrid 21/02/26 (2)
Para encontrar mi web en internet siempre hago una búsqueda con mi nombre. Hoy salen estas 12 imágenes. Y como conceptos asociados Joaquín Reyes el primero. Tres puestos más allá Rafael Lamata. Qué contrasentido!.
Lo peor es que tiene lógica. La lógica del algoritmo que premia el truco y el espejismo.
Madrid 21/02/26
Coincide que he vuelto a trabajar en la web y a jugar al ajedrez contra robots —bots los llaman ahora los jóvenes—.
Hay una extraña coincidencia en ambos cerebros cibernéticos. Como si fuera lo mismo siendo en apariencia muy distinto.
Una lógica del pensar que excluye la rabia, el impulso, la intuición y, por encima de todo, el genio.
Madrid 21/02/24
En 2020 se resetea el calendario.
2020 es el año 0
2021 es el año 1
Menos radical.
El siglo XXI empieza en 2020
El siglo XX en 1914
Madrid 21/02/23
Pasan 27 meses.
Para empezar se borra esta frase del texto de la izquierda en negrita:
“en este apartado intentaremos dar respuesta”
Es un sinsentido.
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Madrid 18/10/31
¿Cuanto tiempo habría que dedicar a completar lo que falta?. Nos llevaría la vida entera.
En ese extremo, la acción de subir incansablemente información a la web se acabaría convirtiendo en la única vida posible.
Otro contrasentido: documentar la documentación en un bucle sin fin.
Madrid 18/10/22
Hacer presentaciones de libros desde el lugar del transportista.
Mucho más performativo que mucho de lo performativo. Doy fe de ello.
Madrid 18/09/10
Si siguiéramos esta máxima de Séneca “toda la porción de nuestra vida que está por detrás de nosotros pertenece al dominio de la muerte” más nos valdría no tocar nunca lo hecho.
Menos mal que también Séneca es contradictorio.
Madrid 18/09/10
Resulta revelador que tanto mis primeros trabajos como los últimos no están visibles en el momento de hacer pública esta web. Empecé en el terreno de la videocreación —género muy bien considerado y posicionado a finales de los 80 y principios de los noventa— y en estos momentos estoy haciendo un trabajo plástico de tachados a gran escala.
¿No lo quiero enseñar?
https://vimeo.com/501011781
Texto e imagen son cronológicos. También paralelos.
Hablan de lo mismo.
Una parte importante de esta reflexión es mantener esa equivalencia.
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Bucear de lo analógico a lo digital y viceversa
ANNA KARENINA
ACCIÓN POR DEFECTO>
HOSPITAL CLINICO> MADRID> 2020
Lectura de Anna Karenina durante el tiempo de hospitalizacón por COVID en el Hospital Clínico de Madrid
Leer para sobrevivir
CUARENTENA EN CUARENTENA
El 30 de marzo de 2020 ingresé definitivamente en el Hospital Clínico de Madrid con una neumonía bilateral grave a causa del COVID. Digo definitivamente ya que me llevó unos días conseguirlo. Por aquel entonces no bastaba con estar contagiado –lo supe en una visita anterior al hospital que duró casi un día entero–, era necesario además tener una neumonía grave con una importante y contrastada deficiencia de oxígeno.
Fui uno de los integrantes de la llamada primera ola.
En aquel momento no existían protocolos de medicación y se decidían al azar. De tal manera, los enfermos formábamos parte un grupo de ensayo experimental en tiempo real. Elegíamos nuestra medicación del 1 al 5. Creo que saqué el 4: hidroxicloroquina. No surtió efecto. En el límite, se activaron otros protocolos de emergencia. Llevó su tiempo empezar a remontar.
Mi estancia en el hospital duró hasta el 17 de abril. Me dieron el alta sin saber si seguía infectado –la norma–. Permanecí dos semanas más en casa en cuarentena inyectándome heparina. Obtuve el alta médica de neumología en diciembre, ocho meses más tarde.
KARENINA
Había intentado leer en el pasado varias veces el libro sin llegar a concluirlo. En uno de esos intentos conseguí avanzar hasta aproximadamente la mitad. En el momento que tomé conciencia que el relato me estaba quitando el sueño, cerré el libro. Detesto los libros que impiden dormir.
KARENINA EN CUARENTENA
Superado el punto álgido de la crisis, apróximademente al décimo día del ingreso, sin posibilidad de visitas y aislado en un cuarto, me sumergí en un libro que me trasportó a un nivel de conciencia nuevo, en el que la enfermedad se situaba en un margen, como una planta en una maceta, aunque igual que yo dependiente del oxígeno y del azar .
Leí como un náufrago atravesando un océano. Sin opciónes.
Una mezcla de voluntad en el empuje acompañada por el viento y el oleaje del propio libro.
Desconozco como conseguí llegar al final, ni de dónde saqué las fuerzas.
Fui rápido, determinante. Como si todo dependiera de un esfuerzo descomunal en un breve lapso de tiempo.
Me acuerdo más de la acción de leer que del texto en si.
Ella se tira al tren.
Yo seguí flotando.
El 30 de marzo de 2020 ingresé definitivamente en el Hospital Clínico de Madrid con una neumonía bilateral grave a causa del COVID. Digo definitivamente ya que me llevó unos días conseguirlo. Por aquel entonces no bastaba con estar contagiado –lo supe en una visita anterior al hospital que duró casi un día entero–, era necesario además tener una neumonía grave con una importante y contrastada deficiencia de oxígeno.
Fui uno de los integrantes de la llamada primera ola.
En aquel momento no existían protocolos de medicación y se decidían al azar. De tal manera, los enfermos formábamos parte un grupo de ensayo experimental en tiempo real. Elegíamos nuestra medicación del 1 al 5. Creo que saqué el 4: hidroxicloroquina. No surtió efecto. En el límite, se activaron otros protocolos de emergencia. Llevó su tiempo empezar a remontar.
Mi estancia en el hospital duró hasta el 17 de abril. Me dieron el alta sin saber si seguía infectado –la norma–. Permanecí dos semanas más en casa en cuarentena inyectándome heparina. Obtuve el alta médica de neumología en diciembre, ocho meses más tarde.
KARENINA
Había intentado leer en el pasado varias veces el libro sin llegar a concluirlo. En uno de esos intentos conseguí avanzar hasta aproximadamente la mitad. En el momento que tomé conciencia que el relato me estaba quitando el sueño, cerré el libro. Detesto los libros que impiden dormir.
KARENINA EN CUARENTENA
Superado el punto álgido de la crisis, apróximademente al décimo día del ingreso, sin posibilidad de visitas y aislado en un cuarto, me sumergí en un libro que me trasportó a un nivel de conciencia nuevo, en el que la enfermedad se situaba en un margen, como una planta en una maceta, aunque igual que yo dependiente del oxígeno y del azar .
Leí como un náufrago atravesando un océano. Sin opciónes.
Una mezcla de voluntad en el empuje acompañada por el viento y el oleaje del propio libro.
Desconozco como conseguí llegar al final, ni de dónde saqué las fuerzas.
Fui rápido, determinante. Como si todo dependiera de un esfuerzo descomunal en un breve lapso de tiempo.
Me acuerdo más de la acción de leer que del texto en si.
Ella se tira al tren.
Yo seguí flotando.
OLVIDO CONSCIENTE
ACCIÓN POR OMISIÓN> 2015/2021¿Cuanto tiene de consciente un olvido?
Durante el mes de mayo de 2015 tomo conciencia del nivel de dependencia que me genera el teléfono móvil. Es algo que me incomoda profundamente. No soporto tener que cargar con una sensación de carencia y culpa durante el día por olvidadar el móvil en casa. Sentirse desconectado del mundo y no estar disponible frente a las urgencias.
Tomo nota y pongo en marcha el abandono consciente o semiconsciente del artefacto.
Cuantos más días mejor.
COCA COLA
Lo uno no quita lo otro
El 30 de septiembre de 1999 esperando con unos amigos a entrar en un cine decidí de improviso no volver a toma una gota de Coca Cola el resto de mi vida.
Me parecía intolerable —me lo sigue pareciendo— no tomar decisiones de forma consciente como por ejemplo pedir una coca cola en una barra de bar cuando no se sabe exactamente qué se quiere tomar.
Quede constancia que no soy extremista: mis hijos toman Coca Cola y tengo normalmente Coca Cola en la nevera.